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Es Primavera - 2015

Prólogo

Desde el mismo instante de la unión de la sangre, viene navegando en un anchuroso río de tiempos y memorias, traficando la palabra y los sueños.

En un incesante construir armoniosamente la poesía, que siente desde el átomo más ínfimo de su cuerpo hasta el macro mundo del espacio sideral.

En su voz revivimos la ternura del amor, la maravilla de los astros y caminamos por la historia que nos remonta a siglos de gloria, de hazañas, descubrimientos, artes y ciencias.

Nos lleva a sentir los cambios de clima y a conectarnos con la naturaleza en una explosión de misterio.

El amor está siempre presente como una forma mágica de

salvar la tierra.

Nos regala la ilusión de sentir con este libro, que los años no pasan, que la vida siempre será, porque hoy como ayer «Es primavera».

Tomamos la semilla de lo verde y cosechamos del jardín de sus versos las fragancias de sus imágenes, para formar un ramillete de rosas que diga con el poeta:

Eduardo Ceballos, en cada página suelta sus vibrantes energías, empuja los espacios, moviliza los ángulos. Toma vocablos encontrados en el diccionario del tiempo, hasta descubrir una palabra para silabear el silencio que mueva la sangre y emocione. Maneja tiempos y nostalgias. En su búsqueda trae la memoria de la tierra y de los astros.

Nombra el maravilloso mundo circundante y con la alcancía de sus ojos, pinta sueños. Cruza los océanos, asombrando al viajero.

Protagonista de un nuevo destino, camina lento entre tinieblas buscando la luz que ilumine el cerebro de los hombres.

Los años le dieron alegrías y dolores que lo fueron modelando. Su mundo es mágico, vuela como un pájaro feliz, cruzando los cielos para dibujar el paisaje, en una visión irrepetible, donde la libertad es un himno.

Formula la fiesta de la poesía y sus manos creadoras mueven la voluntad y la inteligencia en su gesto creativo.

Guarda en el cofre de su memoria cada instante, como símbolo vital de su paso por la existencia.

Humilde su canto, humilde su vida. Se desnuda ante el papel, para fundar un jardín de pensamientos vivos.

Llora, canta, ríe en el remolino furioso de su tiempo, para aplacarse del todo cuando la tierra lo abrace definitivamente. Volverá con la primavera, con flores nuevas y levantará con sus

trinos, cantos azules para el alma.

Como una paloma, como una simple paloma, cruzará por el aire con su aleteo vivaz, como símbolo de paz.

Llenará de luz y aroma, ofrecerá la suavidad de la flor, las acequias, cascadas, música de golondrinas y perfume de azahar.

Vieja alquimia‘, piedra que rueda sin cesar, porque también en el río de su sangre «Es primavera».

Susana Rozar