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Frutos de la Memoria

No me olvides

 

¿Por qué me olvidas?

¿No te das cuenta

que sin tí no sé vivir?

Lo que junta el amor

es difícil separar.

Por eso te pido amor,

no me olvides.

 

 

El que toca se llama Germán

 

Desde las alturas bajan claras

voces y guitarras

que como el agua

dibujan geografías.

 

En el justo rincón de la nostalgia

nombramos a Germán

y levantamos este altar del canto

en tu corazón de pueblo

que vive emocionado

de recibir pañuelos y afectos.

 

 

Las tinajas de Dionisio Díaz

 

Eran hombres de buscar en la arcilla

ingredientes de la vida y de la muerte.

el camino fue perforando

el vientre de la tierra.

 

Viejo maestro de pueblo

historia de barro y sol

de tanto amasar la tierra

las coplas se hacen canción.

 

 

Corazón pa’ Favaloro

 

Hay historias de entrega,

de seres que dan más allá de la vida,

siembran su semilla

con abnegación y fe,

con todo el saber,

que la ciencia otorga.

 

Más se cotiza saber

que la brillantez del oro

es hora de devolver

corazón pa´ Favaloro.

 

 

Madre de mi madre

 

Es como la arcilla pura

que protege la semilla del pan,

es como un ruido de fiesta

tu transparencia carnal.

Es muy sencillo y simple

el afecto que das,

la más hermosa forma de felicidad,

tejiendo recuerdos

de los tiempos de la infancia.

Te veo amasando el pan

con la harina del trabajo

con lágrimas y sudores,

madre de mi madre.

 

 

Por ser cantor

 

Me brota un grillo de zamba

desde el rincón de la nostalgia

en la noche azul de mi provincia

cuando se entreveran las guitarras.

 

El diapasón musical de mi alma

madruga alegre en la cacharpaya

y enarbola esta danza

en el rincón de la esperanza.

 

Tu mirada triste parece explicar

aquella historia tan musical.

 

 

Vinos del Palo Domingo

 

La uva es como un viento,

de a ratos gritos,

de a ratos silencio.

Seguimos buscando

en ese nostálgico

oscuro corazón mineral

la mano del sol

no tiene distancia

y hace sentir su sensual calor

para construir este paisaje

tan trino, tan sol, tan aire

tan Cafayate.

 

 

changuito no te entregues

 

Quisiera darte toda la calidez

de mi amistad,

enseñarte a pintar

lo que miras

con tus ojos inexpertos.

 

Las tentaciones son muchas

muy flaca la voluntad

cuando no se diferencia

la gracia de la maldad.

Pal Gringo Gauna

 

Desde el misterio del agua

sube un niño corazón de carne

para alegrar en la tarde

el sereno canto de lo vivo.

 

En el viento de los sueños

flor temprana de la infancia

su color, su ternura, su fragancia

se ha quedado en ti,

Gringo Gauna, a pesar de la distancia.

 

 

Te mintió el amor

 

Multitudes de emociones rotas,

es lo que pinta el bandoneón

cuando solloza,

en los temas del amor.

 

Que en un fracaso no marchite,

es necesario medites:

son las caras del amor,

noble, puro corazón.

 

 

Las manos de don Juan Riera

 

Es general

del bien y de la paz,

con sus soldados,

por el hombre trabajaron

inventando para todos

una mesa repleta de pan,

sencillamente pan.

 

Oficios que dignifican

rubias espigas de pan,

palomas de libertad,

en el pan de la humildad.

 

 

Tucumán, viento y sol

 

Tucumán viento frutal

viene del cañaveral

la fragancia de tu suelo,

y la sal de tus abuelos.

 

Quiero embriagarte de cantos,

acentos dulces y nuevos,

contagiarme de tu encanto

para decírselo a mi pueblo.

 

 

Gatito mendocino

 

Decir país

es asomar por el paisaje,

radiante de sol.

Decir país

es trepar por la historia

traficada por la sangre

de todas las memorias.

Decir país

es evocar el canto

que nos enseñaron los abuelos.

 

 

Padre chacarera

 

El hombre de tierra adentro

es silencio que camina

pulsando su propio encuentro

siempre lo topa la vida.

 

El cielo tiene ventanas

por donde el sol nos despierta,

dejamos la puerta abierta

por la amistad mañanera

y un ritmo de chacarera

pone el alma de fiesta.

 

En la Banda, una casa

cuando suena chacarera

ya se vuelve salamanca

por ser la casa paterna.

 

 

Que no se calle el cantor

 

Vuelvo a los valles del vino

con la alegría y el corazón niño

a descubrir la semilla del canto

que baja por los ríos

con acento americano.

 

Vuelvo a la tierra

donde vive la memoria de la raza.

Vuelvo siempre vuelvo

A llenar de júbilo los ojos

con las manos artesanas

que amasan ternura

en el barro del origen.

 

 

Dos pájaros en vuelo

 

Ayer hice el camino sin retorno,

ayer nomás en el último tramo

dejamos la emoción y el asombro

en el gastado camino del canto.

 

Ahora vuelvo a compartir la fiesta

la alegría multiplicada de tonadas,

a cantar con el pueblo

el pulsudo ritmo de lo nuestro.

Eduardo Ceballos.